El Parque Nacional del Este es quizás el más conocido y el más codiciado por el turismo internacional que visita República Dominicana. La razón es simple: en su interior se encuentran algunos de los destinos más populares como la Isla de Saona.
Sin embargo, este parque nacional es mucho más: acantilados, cuevas, pictogramas, y, por supuesto, un rico patrimonio de flora y fauna que animan las forestas y el mar de esta zona del Caribe.
Fue establecido en 1975 y, hasta la fecha, es un santuario de exhuberante naturaleza. El territorio, en su mayoría llano, está cubierto de una rica vegetación, numerosas especies de animales nativos, pero es especialmente sorprendente por sus hermosas playas y sus aguas no contaminadas.
El Parque Natural del Este es un verdadero paraíso tropical, con playas de arena blanca adornadas con palmeras y un mar turquesa de innumerables matices, típico del Mar Caribe, que baña las costas.
De su extensión de 420 kilómetros cuadrados, 110 están ocupados por la isla Saona. Es una reserva natural protegida por el gobierno y es uno de los destinos más populares para los turistas. Aproximadamente a mitad de camino hay una parada en las piscinas «naturales», un maravilloso lugar lleno de estilo caribeño se caracteriza por un fondo de arena muy bajo que le da al agua los típicos tonos turquesa. Aquí se puede ver a decenas de enormes estrellas de mar.
El parque es el hogar de al menos 539 especies de flores y 144 especies de aves, entre ellas algunas únicas tales como el pelícano pardo, el piquero de patas rojas, la lechuza común, y cotorras. Una gran colonia de aves fragata se congrega en Bahía de las Calderas, una bahía en la costa sur del parque.
También está la posibilidad de ver tortugas marinas en la Isla Saona. Este es el sitio de congregación más importante del país, y la temporada de anidación se extiende de marzo a noviembre con diferentes especies que visitan las playas como la tortuga carey o la tortuga laúd.
Delfines manchados y nariz de botella vagan por los mares que rodean las islas, así como ballenas jorobadas y raros manatíes. En tierra firme, la iguana rinoceronte, en peligro de extinción, alcanza hasta 1 metro de largo y unos 9 kilogramos.
Naturaleza exhuberante, abundante flora y fauna, paisajes de ensueño y mucho más es lo que se puede encontrar en el Parque Natural del Este, sin duda, una excusa más para realizar una excursión a la Isla Saona.
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